Beber más de lo que se necesita es propio de nuestra especie. Afortunadamente.
Bebidas tenemos para dar y regalar. Todas las culturas han producido elaboraciones que han deleitado los más finos, y burdos, paladares.
La cerveza es un invento muy antiguo, es milenaria.
El placer de la bebida está en el consumo racional, y si menos mejor.
Iniciarse como bebedor es un alto riesgo porque nuestra sociedad demanda el consumo de alchohol y pocas actividades lúdicas se desarrollan sin él.
Un médico tuvo la culpa de que me aficionara a beber. Pero siempre sin riesgos.
Me explico, andaba yo en una de mis eternas dietas para perder unos kilos. Visité a un médico que tras el correspondiente estudio me dio unos folios con lo poco que comer y me dijo: con las comidas una copita de vino.
Yo no bebía, así que me vi comprando vinillos riojanos para tomarme la copa diaria prescrita por el facultativo. Y con el tiempo ya se convirtió en un hábito, tenía que comer con la copa de vino.
Pasado el tiempo comprendí el mensaje del médico, que tomara sólo una copa y no más, porque creería que yo bebía algo más, y ya sabemos que es una fuente elevada de calorías. Precisamente he dejado de tomar alcohol porque prefiero masticar las calorías antes que beberlas.
Todo bebedor hace trabajar al hígado, en donde las vacuolas de sus células comienzan a engordar. Si la ingesta es grande llegan a explotar, intoxican las que tiene alrededor y también mueren. Hace que las transaminasas se eleven y comienza el deterioro que puede desembocar en una cirrosis.
Por lo que es conveniente el consumo moderado o incluso nulo.
Ahora sólo bebo agua y descafeinado, ni cerveza sin alcohool. Porque yo, o bebo o no bebo. No admito otras alternativa.
Cuando estoy en una reunión, comida, etc, donde todos beben y siempre es algo más de lo debido me dedicó a observar cuándo los interlocutores ya hablan por el efecto de lo ingerido, que para eso tengo mi anterior experiencia. Y me aburro, antes me lo pasaba mejor, pero no lo cambio, prefiero no beber.
Y estoy esperando que me paren para soplar el globito.
Esto me recuerda un chiste:
Tras una larga celebración la G.C. detiene al vehículo y le dice al conductor que haga la prueba del alcohol.
-Ahora mismo, sr. agente.
-Ha dado usted 4.5.
-Eso no puede ser porque no he bebido, será que el aparato está averiado. Probemos con otro.
-Ha vuelto usted a dar 4.5, bájese del vehículo.
-Perdone, sr. agente, hágale la prueba ami señora que ella tampoco ha bebido.
-Pues su señora ha dado 3.0.
-Está claro, los aparatos están averiados. Hágale usted la prueba al niño y veremos qué sucede.
-Jolines, el niño ha dado 2.5, seguro que tengo los dos aparatos averiado. Perdonen ustedes y continúen su camino.
Marchaban de regreso a casa y dice el marido:
-Menos mal que se me ocurrió darle un cubata al niño.
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Nunca deis, ni lo consintáis, alcohol a los niños, ni de bromas ni en los momentos más felices, ni dejar que se beban la espuma de la cerveza. Burradas he llegado a ver.
Venga, una cerveza para el que sea mayor de edad y se le apetezca.