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Diego de 10 años se unta pegamento industrial en la mano derecho y se la unió a la cabecera metálica de su cama
MONTERREY.- Diego Martínez Palacios, un niño de 10 años del estado de Nuevo León, se las ingenió para no regresar ayer a la escuela: se untó pegamento industrial en la mano derecha y la unió a la cabecera metálica de su cama, a la que estuvo pegado por unas dos horas.
Fuentes de la Cruz Verde , informaron que el ardid del menor, habitante del municipio de Guadalupe, para evitar a toda costa ir a la escuela tras las vacaciones nevideñas, generó la intervención de personal de Protección Civil y de esta institución para su liberación.
Los hechos ocurrieron por la madrugada del lunes en la casa de la familia Martínez Palacios, ubicada en la calle Hilda Anderson, quinto sector de La Joya , en el municipio de Guadalupe, colindante con Monterrey, capital del estado.
Paramédicos de la Cruz Verde y efectivos de Protección Civil del municipio de Guadalupe acudieron a despegar la mano derecha del adolescente, adherida a la cabecera de su cama.
Sandra Palacios González, mamá del niño, pidió auxilio por teléfono a los socorristas, luego de que al darse cuenta de la situación trató de despegar sin éxito al niño.
Los socorristas soltaron una carcajada cuando al intentar despegar al niño, Diego les dijo: “Es que no quería ir a la escuela, pues estaba muy a gusto con estas vacaciones”.
Manuel Santiago, portavoz de la Cruz Verde , informó que Diego tomó la pasada noche un bote de pegamento y por la mañana se pegó a la cama.
Los socorristas, primero, intentaron despegar la mano del menor con agua, aceite y acetona, sin éxito. Posteriormente, un elemento de Protección Civil de Estado llegó con un disolvente especial, y logró despegar al estudiante.
Sandra Palacios explicó que su hijo, por la madrugada, tomó a escondidas el bote de pegamento industrial que estaba en la alacena de la cocina, y se lo derramó en la palma de la mano derecha.
“No me di cuenta que se levantó en la noche, pero me levanté porque presentía algo y fui a la recamara del niño y vi que estaba con la tele prendida y con la mano en la cama”, dijo la mamá de Diego.
Añadió que “al preguntarle por qué estaba despierto, ya que tendría que ir a clases más tarde, me contesto: ‘no voy a ir porque estoy pegado a la cama”.
Tras ser despegado del respaldo de su camal, el niño no se salió con la suya pues tuvo que ir a la escuela 1 de Mayo, cerca de su casa, donde cursa el quinto año de Primaria.