Estuve en Granada.

Cuando el tiempo vuelve a tener su dimensión se siente tranquilidad y el placer de vivir sin prisas.
Ya somos dos jubilados.
Y júbilo es lo que sentimos. Los deberes ya están hechos y el pescado todo vendido.

Para celebrarlo nos fuimos a Granada. A Granada fue nuestro viaje de boda y a Granada hemos vuelto.

Es una ciudad estudiantil, muchos bares de buen tapeo, calle Navas, Elvira, etc.

En la calle Navas vi un bar, estaba cerrado, que tenía un nombre muy curioso:


La ciudad es bella y monumental con zonas muy diferenciadas que nos guía por su historia árabe, cristina y judía.

Ricos los piononos y mejor debe estar el ron pálido.

La nieve está al lado, al pie de una gran montaña nevada está la ciudad. Los árabes supieron elegir una ubicación privilegiada para construir lo que hoy es el monumento más visitado de España.

Quiero destacar el Paseo de los Tristes, visitado de noche y acurrucado por el frío en un banco gélido, contemplando la Alhambra, entra ganas de ponerse triste porque ese entorno no te lo podrás llevar.

La iluminación de la zona es muy pobre para que la iluminación no contamine la visión nocturna de tal enclave. Hay un restaurante en pleno campo visual que está alumbrado por velas.

Boabdil lloró cuando en 1492 perdió tan bella ciudad a manos de los Reyes Catódicos, ¿o eran Católicos?, lloró como un desconsolado y su propia madre le dijo: llora ahora como una mujer cuando no has sabido pelear como un hombre.

Tras el machismo de la frase se encuentra el reproche maternal por tener que abandonar tan lindos parajes.

Y el monasterio de la Cartuja granadina, austero como el que más pero con una capilla en forma de iglesia que es una exaltación al más puro y duro Barroco. Para ir a este monumento compartí un autobús con estudiantes que iban a la Universidad, y pensé, unos van y otros ya volvemos de esta finita vida.

Volveré a Granada cuando esté triste, me sentaré en ese banco de ese paseo y cerraré los ojos para ver el transcurrir de una vida que va llegando a su anochecer.

Vaya, parece que estoy un poco sentimental. y ahora una sonrisa.

Andalucía
uno de esos lugares que me gustaría visitar y aún no he visitado