Vamos a ver, acabo de comerme unos mantecados, un trozo de turrón de almendras y todavía tengo hambre.
Por éso la cabeza la tengo echando humo.
Estoy pensando que para escuchar una canción de un cantante tenemos que que comprarla, lógico, también tenemos que comprar un aparato reproductor, también tenemos que pagar un impuesto por almacenamiento y no digamos si queremos hacer una copia de seguridad en un CD o DVD, que también tiene su impuesto.
Y, atento, según donde la reproduzcas también tendrás que pagar otro impuesto a la SGAE.
O sea, si la canción me cuesta 0.99 céntimos con el Itunes, que ya incluye impuestos, tengo que comprar un aparato que incluirá varios impuestos más para no tener la libertad de reproducirla donde se me antoje.
Visto así, sería más legal que nos pagarán por reproducir esas canciones en nuestros reproductores, más o menos como si fuera un alquiler de nuestras pertenencias.
Vaya, me parece que los mantecados me han hecho pensar demasiado.