La idea que yo tengo, aprendida por los textos que estudié, es que los árabes invadieron la península Ibérica a partir del año 711. Se apropiaron de todo e impidieron la religión de los autóctonos. Con una excepción, los mozárabes (etimológicamente significa que vivían entre los árabes) que pagando un impuesto podían practicar la religión cristiana.
También tengo la idea de que cuando los árabes tuvieron que abandonar estas tierras andaluzas, los campesinos cristianos añoraron su presencia porque los señores cristianos no los trataban tan bien y los acuciaban con continuos impuestos.
Es cierto, siempre hay algo bueno y algo malo.
Y no digamos cuando los franceses nos invadieron.
En España es muy famosa la duquesa de Alba, descendiente de otro duque que en Bélgica hizo estragos con sus guerras. De tal forma que hoy en día le dicen a los niños belgas: duérmete que si no vendrá el duque de Alba. En Sevilla decimos el coco o el hombre del saco.
Es una pena que la historia del hombre siempre haya estado acompañada de guerras. Es una pena. No me gusta este planeta.