No soy creyente de ninguna religión, era hasta el día de hoy...
A partir de ahora, todos los días en que juegue con mi iPod, orare por el magnanimo de PEPEPORRAS.
Voy a ponerme a pensar en una buena oración, si quieren podemos pensar todos juntos.
De por vida agradecido, ya que le has dado nueva vida a mi querido reproductor.