Los que me conocen saben que una de mis pasiones es la música. Más concretamente el Jazz, pero la música en general es algo que necesito cada día como el beber o el comer. Quizá os pueda resultar exagerado pero es así.
De forma que el día en que Spotify se cruzó en mi camino me pareció el sueño de un melómano convertido en realidad, pero estar restringido a usar un PC o un Mac para usarlo era algo poco natural para mí, necesitaba una versión con la misma movilidad que me daba el iPod.
Hasta ahora el iPod se había convertido para mí en una excelente herramienta para poder llevarme la música a cualquier parte, pero dependía de tener los discos y a pesar de que me encanta pasearme por mi colección para elegir un disco, no tiene ni color con la posibilidad de elegir prácticamente cualquier cosa, tener acceso a todas las novedades del mercado disfrutarlas desde la comodidad de tu lugar preferido.
Así que en cuanto he visto el proyecto Spot en marcha no le he quitado el ojo de encima. Un tal nevyn ha comenzado un desarrollo basado en código abierto que en muy poco tiempo me ha permitido disponer de Spotify allí donde lo quería, en mi iPod Touch. No tengo un iPhone, pero para quien disponga de uno podrá usarlo con su conexión 3G y tendrá aún mayor libertad, sin necesidad de depender de una conexión a Internet por WiFi.
La instalación: más sencilla de lo que parece
Pero vayamos al grano. ¿Qué necesitamos para poder usar Spotify en el iPod Touch o en el iPhone?
- Un iPod Touch o iPhone
- Debe tener el JailBreak realizado para poder instalar cosas fuera de la AppStore.
- Debe tener activado el acceso vía SSH
- Un programa para transferir ficheros vía SSH como Filezilla para Windows o Cyberduck para Mac OS X.
- El programa Spot, disponible en http://is.gd/Qfmh la última versión 0.3 compilada por @voxar
- Una cuenta de Spotify Premium
Spotify está consintiendo que esto suceda de forma controlada y para ello sólo permite servir música a las cuentas Premium, así que no me he podido resistir y me he suscrito por 9,99€ al mes con idea de probarlo. El servicio me parece impecable y se renueva mensualmente, pero lo puedes cancelar cuando quieras. Estoy pensando muy seriamente comprar el bono anual de 99€, que supone tan sólo 8,25 € al mes. Menos de lo que gastarías en un CD de música y tienes acceso prácticamente a todo.
Una vez descargada la aplicación en vuestro disco duro tenéis que conectar por SSH con el iPod Touch o el iPhone. Yo he usado Filezilla en Windows, pero podéis usar cualquier cliente que os permita acceso por SSH, como Cyberduck en el Mac, por ejemplo. Una vez accedido, he copiado la aplicación Spot.app en la carpeta.
Y he establecido permisos 755 para la carpeta y todos los elementos dentro de ella.
Si hacéis sólo esto, la aplicación no aparecerá en el disco duro.
He usado la aplicación Categories que tengo instalada vía Cydia y he usado la función que incorpora para resetear el SpringBoard y voilá, ha aparecido. También dicen que puedes instalar una aplicación cualquiera vía Cydia y al restaurar el SpringBoard también aparecerá.
Si queréis un aspecto más refinado del icono de aplicación, podéis descargarlo de http://dl.getdropbox.com/u/189038/icon.png y copiarlo dentro de la carpeta instalada Spot.app y así os quedará perfecto. En mi iPod ya está en la primera página, junto a WunderRadio y NetNewsWire, como un impresincible.
Veámoslo en funcionamiento
Aquí tenéis unas capturas de pantalla de la aplicación a la hora de hacer login, y las preferencias que permiten configurarlo para que te descargue o no las carátulas, pensando quizá en las conexiones 3G, aunque no le veo sentido ya que salvo sólo navegues y no escuches, no supone demasiada cantidad de datos sobre el total descargado en una sesión.
Quería escuchar el último disco de Wynton Marsalis He and She, un maravilloso libro musical de poemas que os recomiendo escuchar con calma y que resulta tan fácil de encontrar con esta herramienta. Localizamos al artista buscando Marsalis y con dos clics realizados con el dedo ya estamos en el álbum.
Tras lo que sólo queda escucharlo y dejarse llevar