Me robaron mi iPod y lo extraño.
Lo llevaba en mi mochila y lo dejé dentro del coche en el estacionamiento. Para poder dejar el auto tienes que dejar las llaves en caso de que alguien tenga que moverlo. Al regresar al auto revisé la cajuela pues llevo equipo fotográfico carísimo, como todo mi equipo venía completo ni siquiera revisé mi mochila.
Dos días después al querer escuchar mi iPod me percaté que ya no lo llevaba en la mochila. Ni cómo ir a reclamar por mi iPod si lo de el estacionamiento fue hace dos días.
Todo por vivir en este país de ladrones (México) Y yo por descuidado.
Lo extraño mucho era chiquito, negrito, de apenas 30 gigas y me acompañaba a todos lados.
Me cantaba al odío, me entretenía y hasta era mi profesor de francés.
Bueno, ahora compraré uno nuevo, quizás el de 80 gigas o esperaré a que salgan nuevos modelos.